Oktoberfest en Munich

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La Oktoberfest es el gran evento de Munich y el que lleva a la capital de Baviera al primer plano turístico mundial cada mes de septiembre. Porque, en realidad, la que traducida podría ser la “Fiesta de Octubre” apenas abarca un par de días de ese mes y se desarrolla en las dos últimas semanas de septiembre para concluir el primer domingo de Octubre. La fiesta, que se celebró por primera vez en 1810, podría ser considerado como el gran festival de la cerveza del mundo, ya que esta bebida es la protagonista principal de las carpas.

La Oktoberfest transforma completamente Munich. En el año 2010, alrededor de seis millones y medio de personas visitaron el recinto principal de la Oktoberfest y bebieron más de siete millones de litros de cerveza. Esto supone que la zona de Theresienwiese, donde se concentran las carpas, esté abarrotada de personas durante las dos semanas del evento y que gran parte de los alojamientos y vuelos estén muy solicitados y suban mucho los precios.

En el Blog de VoyaInternet.com: Oktoberfest: La gran fiesta de la cerveza de Munich

Resumiendo mucho, se trata de un evento centrado principalmente en la bebida y la comida, pero que tiene como gran atractivo poder compartir esa experiencia con personas de toda clase y condición procedentes de todo el mundo. El ambiente entre los visitantes es muy bueno y resulta muy fácil entablar conversación con otras personas, brindar al son de la música de las bandas que tocan en las carpas y acabar bailando subidos encima de las mesas con totales desconocidos.

Cómo es la Oktoberfest


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El evento en sí no tiene excesivo misterio: En el parque de la zona de Theresienwiese se instalan las mal llamadas carpas o tiendas, ya que dan a entender que son pequeñas instalaciones, cuando en realidad se trata de enormes edificios desmontables con capacidad para varios miles de personas cada una. Cada carpa tiene su propio espíritu y decoración y, no menos importante, su propia marca de cerveza que será la única que se sirva durante todo el evento.

Dentro de estas carpas –muchas de ellas disponen de zonas al aire libre donde también se sirve- se sirve cerveza y comida desde primera hora de la mañana hasta cerca de la medianoche. En ellas se pueden desarrollar cuatro actividades principales: beber, comer, bailar al son de la banda de música de la carpa o conversar con vecinos de mesa o de mesas próximas. La cerveza se sirve en jarras de un litro por parte de camareros vestidos con trajes típicos bávaros y la sesión de comida y bebida se prolonga durante horas.

La página de Wikipedia en inglés sobre la Oktoberfest proporciona información actualizada sobre la capacidad y marca de cerveza de cada carpa y el precio de la jarra.

El recinto de Theresienwiese se completa con otras instalaciones típicas de cualquier feria: atracciones, puestos de comida, casetas de venta de recuerdos y algunos establecimientos más. Aunque no se haya podido o querido entrar en las carpas, pasear por las diferentes calles que se forman en el recinto suele ser una experiencia muy agradable. Muchas personas visitan únicamente el Festival sin necesidad de entrar en una de las carpas.

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Durante la semana, el ambiente en las carpas es bastante más tranquilo y es posible entrar en la mayor parte de ellas sin ningún tipo de problemas, ya que suelen quedar espacios libres y suele haber movimiento de visitantes entre las diferentes carpas. El problema llega con la afluencia masiva de visitantes de los fines de semana. Los sábados y domingos, así como los viernes por la tarde, es necesario hacer cola en la puerta de la carpa escogida desde un par de horas antes de la apertura para garantizarse un sitio. Una vez dentro, nadie se mueve de ella y, dado que casi no hay personas que la abandonen, es prácticamente imposible hacerse con un hueco después de la apertura.

En el Blog de VoyaInternet.com: Reservar carpas para la Oktoberfest

Otro de los grandes atractivos de la Oktoberfest es ver a muchos habitantes de Munich que se visten con los trajes típicos de Baviera para acudir al evento. No hay ninguna norma de vestimenta especial, pero tantas personas con el traje típico le dan mucho color. El primer domingo de la Oktoberfest, se celebra también un desfile con trajes tradicionales en el que participan varios miles de personas.

La Oktoberfest es un evento participativo. Esto es, la mayor parte de la diversión o el provecho que puedas sacar de ella depende de lo que hagas y como quieras tomártelo. Hacer miles de kilómetros para sentarte durante horas en una mesa para beber cerveza y comer salchichas, pollo asado o codillo no es, por sí solo, especialmente interesante. Lo que realmente le da sentido a la fiesta es que participes, conozcas a tus compañeros de mesa, hables con ellos, brindes con quien se te ponga por delante y bailes sin ningún tipo de vergüenza. Es una fiesta, sobre todo, para disfrutarla con amigos o con buena compañía, aunque tampoco es difícil hacer nuevas amistades si se está solo. El exceso de cerveza ayuda a desinhibirse, pero puede resultar incómodo a quien no le guste beber.

Recomendaciones para disfrutar más de la Oktoberfest


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Como hemos comentado anteriormente, para disfrutar de la Oktoberfest es necesario involucrarse en la fiesta y en el ambiente. Quien acuda a ella debe saber que es una fiesta basada en la cerveza y la comida y que los excesos no sólo están a la orden del día, sino que son casi un requisito para los visitantes. La cerveza se sirve en jarras de litro y los pollos de medio en medio. Quien no disfrute de la cerveza –la alternativa a otras bebidas existe, pero es reducida-, la comida grasa, las aglomeraciones o no soporte ver a su alrededor a personas borrachas, es mejor que visite Munich en otras fechas que serán mucho más baratas y tranquilas para descubrir la ciudad.

Acudir a la Oktoberfest en días de diario o en fin de semana es una decisión que plantearse. Durante los días de diario es posible pasar por una o varias carpas sin problemas e, incluso, ir cambiando de una a otra. Sin embargo, el volumen de visitantes es menor. Los fines de semana, por su parte, es obligatorio madrugar y quedarse en una carpa durante todo el día, pero el ambiente es mucho más festivo. Son dos opciones diferentes que hay que analizar. Los precios de los alojamientos y los vuelos, por lo general, también son más caros durante los fines de semana.

Visitar la Oktoberfest de Munich es un viaje que sale caro. Eso es algo que hay que tener en cuenta. Los precios de los hoteles en la ciudad no bajan de 100 euros por noche para una habitación doble en esas fechas y la disponibilidad escasea. Los precios de las camas en habitaciones compartidas en los albergues alrededor de los 50. Los vuelos también son notablemente más caros que en otras épocas del año.

Para abaratarlo, se puede acudir a varias soluciones. La más fácil es intentar buscar algún conocido, amigo o contacto que conozca a alguien en la ciudad que pueda facilitar alojamiento en alguna casa particular. En los hoteles, se pueden también buscar alternativas de alojamiento en ciudades de las afueras de Munich, pero bien comunicadas. Podrían ser los casos de Erding o Augsburgo. No obstante, lo mejor para encontrar un precio económico es anticipar lo antes posible las reservas. Enero es una buena época para reservar hotel para septiembre.

Una de las grandes preocupaciones de quien visita la Oktoberfest es cómo garantizarse un lugar dentro de una carpa. Varias de ellas, ponen a disposición de los visitantes la posibilidad de reservar por anticipado a través de sus páginas web. Pero para ello es necesario ser un grupo de un mínimo de personas (en algunas de ellas 6 y en otras 10) y pagar una consumición mínima por persona –suele estar alrededor de dos litros de cerveza y medio pollo-.

Si no se ha podido reservar, no hay por qué preocuparse, tampoco. Las normas de la fiesta obliga a que la mayoría de las plazas de las carpas sean libres y no estén disponibles para reserva, por lo que siempre habrá sitio para quien las visite y esté entre los primeros de la cola. Si se va uno de los días de ocupación más alta, lo conveniente es elegir una carpa favorita y esperar en su entrada.

Para quien no pueda o no quiera madrugar, hay una posibilidad de reservar en una fiesta externa que replica el ambiente de la Oktoberfest. Se trata de Das Wiesnzelt que se celebra en la cervecería de Lowenbrau, en el centro de Munich. Básicamente, se trata de una cena en la que se replica del ambiente de una de las carpas de la Oktoberfest con la misma cerveza, comida y música similar a la de las carpas de Theresienwiese y que se prolonga posteriormente con una fiesta a la que acuden también visitantes de las carpas del Oktoberfest. Es una manera de simular la fiesta que no es igual a las grandes carpas, pero que permite reservar con antelación y arreglará más de un apaño.

Las carpas de la Oktoberfest de Munich cierran alrededor de las 11 de la noche y, aunque mucha gente ya no puede beber más cerveza, otros quieren seguir con la fiesta. En varios bares cercanos al recinto de Theresienweise cabe la posibilidad de seguir con ella durante algunas horas más.

Por cierto, y aunque debería sobrar el decir esto, si se visita la Oktoberfest y se tiene intención de beber, hay que prescindir del coche particular o de alquiler. El transporte público funciona muy bien, más aún en esas fechas, y se puede llegar a cualquier parte desde la estación de metro de Theresienwiese o dando un corto paseo desde la Estación Central de ferrocarril.