La ciudad de Munich

Munich

Munich es una de las ciudades alemanas más agradables para el visitante y quien tenga que desplazarse a ella por motivos de trabajo o estudios. Cuenta con un centro urbano manejable, con un núcleo centrado alrededor de la plaza de Marienplatz, que cuenta con bastantes zonas peatonales y comerciales en las cuales se concentran la mayor parte de los lugares de interés de la ciudad. Además, dispone también de una red de transportes amplia y eficaz y, por si fuera poco, Munich es una ciudad que da muchas facilidades a quien quiera desplazarse por ella en bicicleta.

Es una ciudad de ambiente joven, muy volcada con la cultura de la cerveza, que cuenta con numerosos restaurantes pequeños en su centro y bastantes bares y cervecerías que- o son monumentales por sí mismos- o cuentan con deliciosos jardines interiores donde poder disfrutar de la bebida típica de la región en los días suaves de verano. De todos modos, aunque Munich es una ciudad bastante tranquila, durante dos semanas al año, a finales del mes de septiembre, se transforma totalmente y se convierte en el centro de una de las mayores celebraciones de Europa, la Oktoberfest, que reune a millones de visitantes.

En el Blog de VoyaInternet.com: Munich: Mucho más que cerveza y Oktoberfest

Marienplatz y alrededores

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La plaza de Marienplatz es el punto neurálgico de Munich. Allí está situado el Ayuntamiento, con su impresionante fachada, coronada por el carrillón de un reloj que ofrece una improvisada función con sus figuras dos veces al día. Allí está también la Oficina de Turismo y es el punto de encuentro favorito para quienes quedan en la ciudad, entre otras cosas, porque está excelentemente comunicado por metro y tren de cercanías. Es el mejor punto para comenzar nuestro paseo por la ciudad y, en Navidad, también podremos disfrutar en esta plaza del tradicional mercadillo navideño, una gran tradición alemana que se ha ido extendiendo por toda Europa.

A pocos metros de ella nos encontraremos con edificios tan representativos como la Catedral de Frauenkirche, con sus dos inconfundibles torres coronadas por cúpulas redondas de color verde que son una de las imágenes más características de la ciudad. A ella podemos acercarnos por la gran arteria comercial del centro de la ciudad, la que conforman las peatonales Kaufingerstrasse y Neuhauser Strasse, donde podremos encontrar muchísima vida, mucha gente paseando y algunas de las principales tiendas de la ciudad –además de las ya tradicionales cadenas internacionales de moda-. Es, posiblemente, el mejor lugar de todo Munich para ir de compras.

Aunque Marienplatz sea el punto clave de la ciudad, podemos considerar como la parte principal del centro de Munich la zona comprendida entre el río Isar, por el este, y la Estación Central de ferrocarril, por el oeste. En esta zona, que está atravesada bajo tierra por la mayor parte de las líneas de ferrocarril, con varias paradas intermedias, y que cuenta también con bastantes estaciones de metro, se agrupan muchas calles estrechas, organizadas en la mayor parte de los casos como anillos que rodean a la central Marienplatz. Muchas de estas calles, no excesivamente frecuentadas por los coches, pese a su ubicación cetral, cuentan con pequeños restaurantes y cervecerías en sus pisos bajos. Dada la cercanía de Munich con Suiza y, algo más lejos, Italia; se pueden ver bastantes restaurantes italianos en la zona.

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Si recorremos estas calles, nos encontraremos con el pintoresco mercadillo de Viktualienmarkt que ocupa una plaza bastante extensa en el centro de la ciudad y tiene tiendas que mezclan varios tipos de productos: desde frutas y verduras a dulces, pasando por pequeños artículos de artesanía. Uno de sus elementos característicos es el gran mástil central de madera decorado con los colores azul y blanco de la ciudad de Munich y diversas ilustraciones sobre los antiguos gremios de la ciudad. En verano, además, la explanada se convierte en una de las terrazas para tomar cerveza –los famosos biergarten- más populares de todo el centro de la ciudad.

Cervezas y Museos

No obstante, hablando de cervezas, a pocos minutos de este mercado, callejeando por las calles más estrechas del centro, nos encontramos con la cervecería más famosa de Munich, la Höfbrauhaus. En ella existen varias salas diferentes donde se puede beber la cerveza de la casa y comer típicas especialidades para acompañarla como el codillo, las salchichas o el pollo asado. En los pisos intermedios hay algunas salas más reducidas, pero destaca sobre todo el enorme comedor situado en su piso superior, de varias decenas de metros de largo con muchísimas mesas corridas, que cuenta en su fondo con un estrado para la pequeña orquesta típica que toca en ocasiones especiales.

Muy cerca se encuentra también la llamada Residenz, que es el antiguo palacio donde residían los reyes de Baviera. En realidad, más que un palacio es un complejo formado por varios edificios y patios, que es el mayor palacio urbano que queda en Alemania. No podemos esperar, de todos modos, encontrarnos con un palacio muy antiguo, ya que fue destruido en su mayor parte durante la II Guerra Mundial, pero su reconstrucción fue bastante aceptable y nos ha dejado un importante museo decorativo.

Munich es también una ciudad con una presencia de museos bastante importante. Situado en una isla sobre el río Isar, se encuentra el Deustches Museum, que se dedica principalmente a la ciencia y la tecnología y presume de ser uno de los museos de este campo más antiguos del Mundo.

Y, a semejanza de Berlín y su famosa Isla de los Museos, Munich dispone también de una zona reservada para el arte, con varios museos de interés. Estos se concentran, principalmente, en el entorno de la Koningsplatz y el bulevar de Brienner Strasse, a algo menos de un kilómetro al noreste de la Estación Central. Alrededor del complejo de esta plaza se pueden encontrar museos como la Glyptoteca o el Museo de Arte Antiguo y, unos metros más al norte, las cuatro pinacotecas más famosas de la ciudad: las de Alte, Neue, der Moderne y el Museum Brandhost, divididas cada una de ellas en diferentes periodos temporales.

Con estos lugares esenciales podemos dar por concluido el paseo por los principales puntos de interés de la zona central de Munich, pero no es lo único que nos ofrece la ciudad ya que, al menos, hay otros tres lugares en las proximidades que no deberíamos dejar de visitar si estamos en la ciudad.

Parque Olímpico, Englischer Garten y Nymphenburg

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Por una parte, toda la zona más próxima a la orilla del río Isar desde la parte central de la ciudad hacia el norte, está ocupada por el enorme y tranquilo Englischer Garten, el principal parque público de la parte urbana de Munich. Se trata de una enorme extensión de praderas y jardines jalonados por paseos, riachuelos, lagos y algunos edificios pintorescos que se han convertido en su estampa. Quizá el más popular es la Torre China, un edificio de estilo típicamente chino que cuenta con una famosa terraza de verano en su base, aunque la Casa de Té japonesa también tiene muchos adeptos. Una visita ideal para relajarse o disfrutar del buen tiempo de los días de verano.

Al oeste de la ciudad nos encontramos con el Palacio de Nymphenburg, antigua residencia de verano de dirigentes bávaros, rodeado de una importante extensión de jardines. Tanto el Palacio como los jardines merecen una visita, aunque quedan bastante lejos del centro de la ciudad.

Finalmente, otro de los grandes atractivos de Munich es la Zona Olímpica, al noroeste de la ciudad, que se completa con los vecinos y modernos edificios del fabricante de coches BMW, sobre todo el llamado BMW Welt o Mundo BMW, traducido al español.

El edificio del Mundo BMW es uno de los añadidos más modernos al paisaje urbano de Munich y fue inaugurado en el año 2007. Su construcción partió de un concurso de ideas al que se presentaron algunos de los mejores arquitectos de Europa y el resultado es un edificio moderno y emblemático para la ciudad. En él se exhiben coches y motos de la marca BMW, que se presentan junto con determinados juegos o espectáculos. El edificio constituye todo un complejo junto con el Museo BMW más tradicional y la sede de la empresa.

A tiro de piedra del BMW Welt está el Parque Olímpico de Munich, que sin duda es uno de los complejos de arquitectura deportiva más impresionante del Mundo. Destaca en todo el complejo la arquitectura de las instalaciones deportivas a base de elementos metálicos en blanco y cristal- entre los que destaca, sobre todo, el Estadio Olímpico- y la torre de comunicaciones. Pero no sólo eso, sino que también el entorno natural es privilegiado, ya que cuenta con praderas, un lago y una colina desde la que se tienen algunas de las mejores vistas de la ciudad de Munich.

No es el único ejemplo de arquitectura deportiva que destaca en Munich. El estadio Allianz Arena– que fue construido para el Mundial del año 2004- destaca con su estructura circular sobre las vistas del norte de la ciudad. El estadio en sí es impresionante visto desde fuera y, más aún, cuando se ilumina los días de partido con los colores rojo del Bayern Munich o azul del Munich 1860.

Munich y la Oktoberfest


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Todo lo relacionado con la Oktoberfest en Munich merece un capítulo aparte, pero sí que deberíamos dar aquí una pequeña pincelada del ambiente en la ciudad. La Oktoberfest cubre las dos últimas semanas del mes de septiembre –concluye el primer fin de semana de octubre- y revoluciona la ciudad. Por una parte, la llegada de turistas se multiplica y, por otra, los habitantes de Munich y sus alrededores se visten con sus trajes típicos y dan un colorido especial a la ciudad.

La Oktoberfest, en sí, se celebra en el recinto de Theresienwiese –a unos 500 metros al sur de la Estación Central-, que durante el resto del año es un parque público. Allí se montan unas mal llamadas carpas, que en realidad son enormes edificios desmontables con capacidad para miles de clientes, donde se sirve comida y bebida en cantidades industriales. Cada una de estas carpas tiene su propio estilo arquitectónico y su propia marca de cerveza exclusiva.

La Oktoberfest es el momento más especial en la vida de Munich y una fantástica excusa para conocer la ciudad, aunque también es verdad que puede resultar algo agobiante.