Monumentos y lugares de interés en Munich

Marienplatz, el Ayuntamiento y el Carrillón


Munich

Marienplatz es la plaza central de la ciudad de Munich y el punto de encuentro e imagen típica de la ciudad. De ella parten las calles comerciales y, a su alrededor, la rodean las pequeñas calles que forman el núcleo central de Munich. Siempre muy concurrida, su principal atractivo es el edificio del Ayuntamiento, que data de finales del siglo XIX, y que recuerda un poco a algunos de los ayuntamientos de las grandes ciudades belgas como Bruselas o Brujas, ya que comparten estilo arquitectónico e imponentes fachadas. La torre, a 79 metros de altura sobre la plaza, puede ser visitada y nos permite tener muy buenas vistas de todo el centro de la ciudad.

Precisamente en la fachada del Ayuntamiento nos encontramos con uno de los símbolos tradicionales de Munich: el reloj de carrillón decorado con figuras que representan diferentes personajes de la historia de la ciudad de Munich y de Baviera. Durante la mayor parte del día, el carrillón permanece estático, pero tres veces al día (a las 11 y las 12 de la mañana y a las 5 de la tarde), que se reducen a sólo las dos primeras de noviembre a febrero, las figuras se mueven al compás de la música del carrillón.

En la plaza, además, podemos encontrarnos otros dos monumentos de interés: la Columna de Santa María y el antiguo ayuntamiento, reconstruido con el estilo original después de haber sido destruido completamente durante la II Guerra Mundial. De ella parte también la calle Kaufingerstrasse, la zona comercial por excelencia del centro de Munich.

Pero, aparte de los monumentos que podemos encontrarnos en ella, Marienplatz es- sobre todo- el centro del núcleo urbano, donde siempre podremos encontrar gran cantidad de personas y que sirve, también, como uno de los centros del transporte público de la ciudad, con estaciones de metro y tren de cercanías.

La Catedral de Nuestra Señora – Frauenkirche

Las dos torres de la Catedral de Nuestra Señora de Munich- Frauenkirche, en alemán-, con sus dos cúpulas redondeadas de color verde, dominan el paisaje de cualquier vista aérea de la ciudad. Se trata de una catedral de estilo gótico, construida en ladrillo por falta de fondos para materiales de mejor calidad y construida a finales del siglo XV. Cuenta con una amplísima nave central y puede que algunas de sus partes parezcan demasiado renovadas para tratarse de una iglesia del siglo XV. A quien piense eso, no le faltará razón, ya que sufrió daños considerables durante la II Guerra Mundial y tuvo que pasar por una larga reconstrucción antes de poder presentarse en el estado actual.

Hofbrauhaus


Munich

Una de las tradiciones típicas de Munich, y una de las cosas que también nos podemos esperar encontrar cuando visitamos la capital de Baviera, es la cultura de la cerveza. Tanto la ciudad como sus proximidades han sido tradicionalmente cuna de grandes marcas de cerveza y cuentan con fábricas desde donde surten a todo el mundo. Algunas de estas fábricas históricas y marcas de cerveza de Munich cuentan en la ciudad con cervecerías y restaurantes propios donde se vive la cultura cervecera de un modo muy tradicional y característico de Munich. Entre éstas, la Hofbrauhaus es la cervecería más importante de la ciudad.

Lejos de esperarnos una cervecería tradicional, al hablar de la Hofbrauhaus tenemos que imaginarnos un edificio enorme de tres plantas con salas y comedores en todos los niveles, con una tradición que data del año 1644. En la primera planta, está la parte del bar más tradicional, donde antiguamente se fabricaba la cerveza y, en la segunda planta, hay una enorme sala de fiestas con capacidad para varios cientos de personas en mesas de madera corridas y con un podio para la orquesta al final de la sala donde es frecuente encontrarse a una banda típica tocando música tradicional.

Como en otras cervecerías propiedad de las fábricas, en la Hofbrauhaus se sirven exclusivamente las cervezas de la marca Hofbrau, que se pueden degustar con especialidades típicas, como el codillo o las salchichas. Suele ser muy frecuentada por los turistas y, dado su gran tamaño, no suele haber problemas de espacio, salvo en algunos momentos puntuales de la Oktoberfest, donde los turistas que no consiguen espacio en las carpas lo utilizan como alternativa para tener una noche con cena, cerveza y ambiente típico bávaro. No es lo mismo, pero contribuye a la experiencia turística de Munich.

La Hofbrauhaus está situada en el centro de la ciudad, a menos de cinco minutos a pie de Marienplatz.

Köningsplatz y Museos en Munich

Situada a aproximadamente un kilómetro al noroeste de Marienplatz aparece una zona que concentra buena parte de los museos y zonas monumentales de la ciudad de Munich. Por una parte, en pleno bulevar de Brienner Strasse nos encontramos con la Köningsplatz, una zona de arquitectura neoclásica que está rodeada por museos como la Glyptoteca y la Colección de Arte Antiguo, en una zona que nos lleva hasta la plaza del Obelisco.

Junto a ella, unos metros más al norte, nos encontramos con la zona dedicada a los museos de arte. En ella, podemos encontrarnos cuatro museos diferentes dedicados, cada uno de ellos, a un periodo histórico determinado. Podemos comenzar la visita por la Alte Pinakothek -que recoge obras de los siglos XIV a XVIII, entre ellas algunas de Tiziano y Durero-, la Neue Pinakothek –de los siglos XVIII y XIX, en la que destaca una buena presencia de impresionistas franceses- y dos colecciones de arte de los siglos XX y XXI en los museos Pinakothek der Moderne (el mayor museo de arte moderno de Alemania) y el Museo Brandhost.

La oferta de museos en Munich aparece concentrada en las proximidades de Köningsplatz, pero no es el único punto de interés para los aficionados a estas colecciones. Una isla en el río Isar, alberga el Deutsches Museum o Museo Alemán, que presume de ser uno de los principales museos del mundo relacionados con la ciencia, la tecnología y el progreso (las autoridades de turismo de Munich lo consideran el mayor en superficie del mundo, aunque tengo mis dudas sobre ello). Cuenta, además, enm otras zonas de la ciudad con añadidos como el Verkehrszentrum- dedicado a la evolución de los vehículos de todo tipo- o el Flugwerft –centrado en la aviación-.

También son bastante interesantes para visitar el Bayerisches Nationalmuseum –Museo Naciona de Baviera- o el museo de BMW, del que hablaremos más adelante.

Residencia Real y la Ópera

Otro de los puntos de interés del centro de Munich, a tiro de piedra de Marienplatz y muy cerca de la Hofbrauhaus. La Residencia Real o Residenz era, como su propio nombre indica, la antigua residencia de los reyes de Baviera. Está formado por un conjunto de edificios que albergan una importante colección de antigüedades. Pese a que el edificio fue reconstruido en gran parte por los graves daños que sufrió durante la II Guerra Mundial, el interior de los palacios y su muestra permanente de arte sigue mereciendo la pena para una visita. Junto a ella se encuentra también el edificio de la Ópera del Estado de Baviera.

Jardín Inglés y Palacio de Nymphenburg

El Jardín Inglés, o Englischer Garten en alemán, es el parque principal del centro de Munich, si bien no es el más grande de la ciudad, dado que en las afueras hay bastantes zonas verdes. Es un lugar bastante atractivo para pasear, con muchas praderas rodeadas de caminos y riachuelos. Entre ellas, aparecen de vez en cuando pequeños edificios y construcciones peculiares, algunas de ellas un poco fuera de contexto, pero no por ello menos curiosas. Destaca, sobre todo, la Torre China, junto a la que hay una de las terrazas –uno de los populares biergarten- más frecuentadas de Munich durante los meses de verano. También podemos encontrarnos con una pequeña Casa de Té Japonesa o la Casa del Lago o Seehaus.

Algo más alejado del centro, al oeste de la ciudad, se encuentra el Palacio de Nymphenburg, que cuenta también con varias hectáreas de jardines muy cuidados y especialmente agradables en los meses de verano.

Parque Olímpico de Munich


Munich

Sin duda, uno de los complejos deportivos más interesantes del Mundo, arquitectónicamente hablando, y una visita imprescindible en cualquier viaje a Munich, especialmente para los aficionados al deporte. El Parque Olímpico de Munich fue el centro de los Juegos Olímpicos de Munich en 1972 y alberga varias instalaciones deportivas de primer nivel dentro de un parque público, aunque no es lo único que merece la pena en la zona.

Del complejo destaca sobre tdo la unidad en la arquitectura de los recintos deportivos, con las características cubiertas de los edificios en cristal y metal blanco. El Estadio Olímpico es el edificio principal y, aunque con la apertura del nuevo estadio de fútbol ha dejado de servir de estadio para los dos equipos de la ciudad, sigue siendo utilizado en competiciones deportivas diversas y es posible visitarlo. Junto a él, con un estilo arquitectónico similar, aparecen el pabellón deportivo, la piscina –abierta al público en general, por cierto- una pista de hielo, un velódromo y un centro de tenis.

Estos edificios deportivos están englobados dentro de un parque coronado por una pequeña colina desde la que se tienen muy buenas vistas de casi toda la ciudad. Allí nos encontramos también con un lago y una torre de comunicaciones que fue construida para los Juegos Olímpicos del 72 y a la que se puede subir si se quiere tener una vista aún más elevada de la ciudad que desde la cercana colina.

Junto al Parque Olímpico están también los edificios de BMW y la antigua villa olímpica, célebre por haber sufrido el atentado terrorista contra los atletas israelíes participantes en los Juegos Olímpicos de 1972, pero que a día de hoy no conserva nada de interés.

Mundo BMW y Museo BMW


Munich

El edificio del Mundo BMW es uno de los atractivos más modernos de la ciudad de Munich, aunque realmente habría que englobarlo dentro del complejo de edificios relacionados con la famosa marca de coches de origen bávaro que ya existían. Todo el complejo está situado junto al Parque Olímpico y se recomienda visitar ambas zonas a la vez para ahorrar tiempo.

Allí se encuentran el edificio sede de la compañía, inconfundible por sus formas redondeadas, y el museo; aunque el que más llama la atención es el llamado BMW Welt o Mundo BMW traducido al español, que es una pequeña mezcla entre edificio para usos corporativos, exposición temática y museo, aunque lo más llamativo es el edificio en sí. Allí se exhiben bastante automóviles y motocicletas, sobre todo de los últimos modelos de la compañía, acompañados de pequeñas demostraciones o juegos relacionados con la investigación y la evolución de sus automóviles.